BLEFARITIS
Atopia sería la predisposición genética o heredada a sufrir enfermedades alérgicas. Dentro de esta tendencia, las reacciones de hipersensibilidad retardada o tipo IV como las dermato-blefaro-conjuntivitis de contacto, no se denominarían con el término de alergia. De hecho, los pacientes que sufren este tipo de reacciones no suelen ser atópicos.
La alergia, en especial en sus formas crónicas, no está restringida a la degranulación mediada por Ig E del mastocito, sino que supone un fenómeno mucho más complejo que involucra a las células T y otras muchas células y moléculas. De todas maneras, las formas agudas y crónicas de alergia tienen en común:
• Sensibilización a alergenos ambientales.
• Activación del mastocito mediada por Ig E con liberación de mediadores.
• Inflamación conjuntival con presencia de eosinófilos.
• Presencia de linfocitos con un perfil de producción de citoquinas tipo linfocito T helper tipo 2 (básicamente IL-4 y IL-5).
• Hiperreactividad conjuntival, que significa que una conjuntiva inflamada presenta una hiperrespuesta a estímulos inespecíficos.
En el contexto de la alergia se cree que el elevado número de mastocitos en el epitelio y estroma conjuntival puede facilitar su activación por mecanismos inespecíficos produciendo la liberación de mediadores inflamatorios.
Las formas clínicas de alergia ocular son la conjuntivitis alérgica, la conjuntivitis papilar gigante, la queratoconjuntivitis vernal y la queratoconjuntivitis atópica .Una diferenciación clínica importante en estas entidades es el hecho de afectar o no a la córnea ya que dicha afectación puede producir una disminución de la agudeza visual del paciente. La forma clínica más frecuente y benigna es la conjuntivitis alérgica que afecta con mayor frecuencia a pacientes en edad pediátrica. La clínica puede ser estacional o perenne dependiendo del alergeno al que sea sensible el paciente y se caracteriza por enrojecimiento ocular y escasa secreción mucosa. El síntoma más importante sin el cual algunos autores incluso ponen en duda el diagnóstico de alergia ocular es el del prurito producido principalmente por la liberación de histamina por los mastocitos.
Se trata de cuadros crónicos que tienden a auto limitarse con el desarrollo del niño. El enfoque terapéutico más importante es el de la prevención, evitando en lo posible la exposición a los alergenos para lo cual es importante realizar un tratamiento de higiene ocular (se detallará más adelante), limpieza de manos y cara, evitar focos de polvo o mascotas en el dormitorio en los domicilios y evitar el frotamiento ocular.